Saludos desde bitácora

Saludos desde mi bitácora

¡Hola a todos! Hoy publico por primera vez en este blog y quiero que sea saludo inicial y presentación.

Me llamo Pedro José Maldonado Ortega, obtuve el título de Notario tras unas duras oposiciones y actualmente ejerzo una profesión que considero un servicio útil para la sociedad. Por esta razón, mi intención es que este post, como los sucesivos, al modo de los antiguos cuadernos de bitácora, sirva para ir anotando por escrito aspectos del ejercicio de esta profesión que puedan resultar de provecho, pero este blog está abierto: todos los colegas y profesionales estáis invitados. Sed bienvenidos.

Lo primero que me gustaría hacer es explicar muy sucintamente qué es un Notario, una figura específica en el espectro de las profesiones jurídicas porque es un asesor privado imparcial que ejerce, por delegación del Estado, una función pública: la dación de fe.

Un asesor privado que asesora

La gente quiere saber; y hay muchísimas cosas que se me han planteado y siguen planteando en el despacho; a título meramente enunciativo les presento algunas:

  • Si usted tiene hijos y quiere conocer qué ventajas tiene hacer su testamento.
  • Si acaba de heredar y su causante tiene alguna deuda pendiente de pago y no sabe si aceptar o repudiar esa herencia y las consecuencias que tendrá una u otra decisión.
  • Si usted vive en un piso y tiene una duda, vamos a poner, relativa a la próxima junta que hay convocada, porque quiere proponer la adopción de un determinado acuerdo y desea saber qué mayoría es suficiente para alcanzarlo.
  • Si se va a casar y quiere saber a qué atenerse en lo tocante al régimen económico que tendrá su matrimonio.
  • Si usted quiere emprender y quiere constituir una sociedad, o si ustedes son socios y quieren abrir una sucursal, o modificar el sistema de administración.
  • Si usted desea obtener un préstamo o crédito.

Esta lista no tiene fin... Paro por no aburrirles. Son unas pinceladas acerca de algunas cuestiones comunes que se plantean los ciudadanos.

Pues bien, usted acude a su despacho notarial y plantea sus dudas: el Notario le va a orientar gratis de cara a que usted obtenga su objetivo por la vía más rápida, eficaz y barata. Sí, le va a orientar gratis. Puede salir del estudio del Notario e ir a otro compañero, el que libremente elija, que le autorice el documento público o salir y tomar la decisión de no celebrar ese contrato o acudir a su reunión, incluso a su oficina bancaria, bien informado.

Con toda confianza, acuda antes a su Notario y le aconsejará bien, ayudándole a afrontar sus asuntos. No olvide que ofrecemos nuestra neutralidad e imparcialidad... Bueno, ejmm..., en realidad nuestro reglamento obliga al Notario -y leo textualmente que "sin mengua de su imparcialidad"- a prestar asistencia especial al otorgante necesitado de ella... rompiendo una lanza hacia los otorgantes más débiles, los que necesitan ese asesoramiento jurídico, a los que discrimina en positivo... Aprovéchense, busquen a su Notario de confianza, porque luego puede no tener remedio.

Un funcionario público que desempeña una función

Sí, tenemos algo de funcionarios, porque esta profesión, dirían mis clásicos, es un "todo inescindible", no pudiendo separarse el aspecto anteriormente explicado de asesor privado imparcial y gratuito del aspecto de funcionario público; y así, dependemos de un Director General, el de los Registros y del Notariado, que a su vez depende del Ministro de Justicia, o sea, que estamos incardinados en eso que llaman la Administración de Justicia.

Sí, existe un Centro Directivo, que emite Instrucciones, Circulares y por supuesto, Resoluciones. Resoluciones que algunos han dado en llamar "jurisprudencia menor" por su indudable calidad técnica. Vamos, que pertenezco a una institución organizada en la que se nos va instruyendo sobre cómo ejercer con acierto la función y en la que no paramos de estudiar y estudiar para ofrecer el mejor servicio a los ciudadanos.

Y sí, ejercemos como profesionales neutrales esta función pública de dación de fe de cara a proporcionar seguridad jurídica en las relaciones entre particulares defendiendo su libertad y autonomía de la voluntad, coadyuvando a que sean más reales y efectivas dentro del respeto a la ley. Este es un aspecto del mayor relieve, pues permite al Notario desarrollar un aspecto creativo en su profesión haciendo del documento que redacta y autoriza una suerte de traje a medida para cada persona, recogiendo en él la verdadera realidad jurídico social que se mueve en nuestro país, redactando cláusulas que permiten expresar en el documento el acuerdo al que han llegado las partes, que puede ser muy peculiar, pues está adaptado a su concreta realidad.

Cobramos, sí, pero no del Estado

Pues, una vez más, sí. Ejerzo una función pública y cobro por ello, pero no del Estado. El coste de establecer y mantener el despacho y pagar a sus empleados corre mes a mes a cargo del Notario. Me pagan solamente aquéllos a quienes presto el servicio, así que es oportuno recordar, en los tiempos que corren, que los Notarios no aumentamos el déficit público y que no existe una partida en los Presupuestos Generales del Estado para los Notarios.

A modo de resumen

Para terminar, resumo: el asesoramiento era gratis, pero si me requieren:

  1. Redactaré un documento ajustado a derecho, adecuado a la legalidad vigente.
  2. Comprobaré la identidad del interesado o interesados, que nadie otorgue un documento haciéndose pasar por otra persona.
  3. Evaluaré la capacidad del interesado en el momento mismo de emitir el consentimiento, tanto si tiene facultades para emitir ese consentimiento como que tal consentimiento en el momento de emitirse no se encuentra viciado y, por tanto, tiene validez y produce efectos jurídicos.
  4. Realizaré las advertencias legales y fiscales, y diré entonces que el documento lo he hecho yo, ajustándome en todo momento a la ley y a la voluntad de las partes, es decir, lo autor-izaré.

El coste que asumirá este ciudadano por el servicio notarial es razonable. Nuestro arancel es del año 1989, 25 años nos contemplan y claro que ha sido objeto de reformas desde entonces: siempre para rebajarlo.