Los “Mandamientos” del opositor de José González Palomino.

Los “Mandamientos” del opositor de José González Palomino.

Los “Mandamientos” del opositor de José González Palomino. 

Los consejos del preparador pueden ser útiles al opositor a Notarías. Recuerdo un clásico, los famosos Diez Mandamientos del Opositor; de José González Palomino... ¿Los conocéis?

Primero. Trabajar en compañía. El trabajo en un ambiente de trabajo es más fecundo. Lo que supone buscar un compañero a tu nivel y compartir preocupaciones e ilusiones. Unos serán fiscal y estímulo de los otros. Si a la vez o además de un compañero tienes un Maestro, mucho mejor. 

Segundo. Trabajar con constancia. Porque los esfuerzos “violentos” no resisten la prueba del tiempo. Ni de la salud. No hacen falta muchas horas, pero sí algunas horas todos los días. No llega primero el que más corre ni, sobre todo, llega más lejos.

Tercero. Trabajar con método. Fijar la “ración” de temas de cada día y para cada materia. Todos. Si una materia no se estudia en su tiempo, ni se sabe ni se aprende después. Atención cuidadosa al Dº Fiscal, por cuyos cauces ha de caminar el Derecho Privado. Y no dejes ninguna materia, por poca importancia que creas que tiene, para última hora, que los temas finales son los que dejan la impresión del ejercicio.

Cuarto. Trabajar con los mismos libros. Pocos, pero buenos: como los amigos, solo se conocen después de mucho tiempo de constante trato.  No pretendas descubrir la pólvora, ni hacer investigaciones monográficas en cada tema. Puede haber libros mejores que los tuyos, pero lo mejor es enemigo de lo bueno; de modo que con tu reflexión sobre tus libros puedes conseguir que no los haya para ti mejores que los tuyos.

Quinto. Trabajar con textos legales. Sólo manejando textos legales se aprende lo que  dicen y donde lo dicen. Y consulta y ten presente la jurisprudencia que los interpreta y aplica (aunque te parezca equivocada). Tu función será servir y no lucirte. Para servir, lo importante es lo que se aplique, viva y sirva como derecho y no lo que tu creas que deba ser derecho.

Sexto. Tiempo y espacio. Ensaya un distribución razonable de tiempo, reloj en mano. Sacrifícalo todo a las posibilidades de tiempo, en cualquier combinación de temas de todas las materias.

Séptimo. Reflexión propia. Personalidad. Reacciona sobre el libro. Estimarán en ti más la personalidad que tengas que tu capacidad de recitador de opiniones ajenas. Pero no confundas la personalidad, que es modesta, con la arrogancia petulante. No pierdas el tiempo en proclamar tus méritos y virtudes. Si existen serán reconocidas sin necesidad de prensa y propaganda. Si no existen quedarás expuesto a la vergüenza pública, con las costas. 

Octavo. Hablar y escribir. Ensáyate en decir temas. Saber una cosa no es siempre saber decirla. Ensáyate en ejercicios de redacción escrita, vitales para el dictamen y la escritura. No en vano nos llamamos Letrados y “sabidores del arte de la escribanía”.

Noveno. No tener prisa. Juego limpio. No te lances a opositar hasta que honradamente creas que estás en condiciones de hacerlo. En el Notariado no llega más lejos, ni antes, quien más corre. La buena suerte se paga casi siempre con una deformación psicológica de super-hombre o, lo que es más extraño, pero muy verdadero, con un complejo de inferioridad. Nunca se está suficientemente preparado, en el sentido de no tener ya nada nuevo que aprender... ni que olvidar.  

Décimo. Saber perder. Tiene la oposición un bello y duro sentido deportivo de emulación y de superación. Quien no sabe perder demuestra, con ello, que no es digno de ser  Notario. Más vale perder que perder más, y saber perder es poder ganar. Estudia serenamente las causas de tu fracaso, con propósito de enmienda, y las del éxito ajeno, con propósito de emulación. Se buen compañero. Y leal. Tu enemigo no es el opositor, ni el Tribunal, sino los temas, ¡y tú mismo! No te desalientes. Aunque tener memoria feliz, brillantez expositiva y recursos de lucimiento sean buenas cartas, para triunfar no se requieren calidades excepcionales, sino buena voluntad, constancia y juego limpio. 

 
 

Tened ánimo. Luchad. Creed en vosotros mismos. Formaos bien. Trabajad duro. ¡Todo llega! 

Escrito por Pedro J. Maldonado Ortega.

Notario de Jimena (Jaén)

22 de septiembre de 2020